¿Alguna vez te ha pasado que tu distribuidora de energía no realiza la lectura de tu contador a tiempo y de repente, después de varios meses, te llega una factura con un monto exorbitante? Este es un problema común, pero tiene solución.
La clave está en tener tu propio contador. Con este dispositivo, puedes:
Realizar simulaciones de facturas: Esto te permitirá anticipar tus gastos y planificar mejor tu presupuesto.
Conocer tu consumo real: Podrás ver exactamente cuántos kilovatios consumes, asegurándote de que coincidan con lo que la distribuidora te factura.
Es importante tener en cuenta que la comercializadora facturará el consumo que la distribuidora le comunique, y esto sucederá en el momento en que la distribuidora facilite estos datos.
Tomar el control de tu consumo energético te da la tranquilidad de saber que no habrá sorpresas a fin de mes y te permite gestionar mejor tus finanzas.
💡 ¡No dejes que la falta de lecturas puntuales afecte tu bolsillo!